Una de las figuras más destacadas del mundo de los dardos, el escritor Justin Irwin, afirmó recientemente que cree que la última partida de dardos en un pub londinense se jugará antes de que este deporte cumpla 100 años. Una afirmación tan radical nos lleva a preguntarnos: ¿cómo es posible?

Los dardos ocupan un lugar especial en la cultura londinense y comparten una larga historia con la ciudad. Sorprendentemente, esta no sería la primera vez que el juego se enfrenta a un declive. Para entender la situación actual de los dardos, debemos remontarnos a sus orígenes.

Aunque los dardos modernos fueron inventados por el carpintero de Lancashire, Brian Gamlin, en 1896, sus raíces se remontan a la Edad Media. Se cree que los dardos surgieron como un pasatiempo militar en Inglaterra durante las primeras décadas del siglo XIV.

Los Primeros Días De Los Dardos

Los dardos eran lanzados por soldados que lanzaban dagas a los objetivos.

¿Cuántos años tiene el juego de los dardos?

El juego de los dardos tiene una historia que se remonta a unos 700 años atrás. Aunque existen diversas versiones sobre sus orígenes, la mayoría de los historiadores coinciden en algunos puntos clave.

Se cree que los dardos surgieron en Inglaterra durante la Edad Media, específicamente en el siglo XIII. Inicialmente, este juego era un pasatiempo de los soldados, quienes, entre batalla y batalla, se divertían lanzando puntas de lanza o otros objetos punzantes a barriles de vino vacíos. Esta práctica no solo servía como entretenimiento, sino que también les permitía afinar su puntería y habilidades de lanzamiento, aspectos cruciales en el campo de batalla.

Con el tiempo, la popularidad de este juego se extendió entre los soldados, quienes comenzaron a competir entre sí para demostrar su destreza. Eventualmente, los barriles de vino fueron reemplazados por troncos de árboles seccionados transversalmente, que ofrecían una superficie más estable y duradera para el blanco.

Los anillos de crecimiento natural y las grietas radiales de los troncos de los árboles sirvieron como la primera plantilla para las secciones que hoy en día conocemos en las dianas de dardos. A lo largo de cientos de años, el juego evolucionó hasta convertirse en el deporte que conocemos y disfrutamos hoy en día.

De las Cortes Reales a los pubs londinenses

Pub de dardos clásico

El juego de los dardos ha experimentado un crecimiento exponencial en popularidad, lo cual no sorprende a quienes lo han practicado. Su sencillez y profundidad táctica lo convierten en un deporte atractivo para todos.

La preparación para una partida de dardos es sencilla, y cualquier persona puede jugar, independientemente de su condición física. Esta accesibilidad contribuyó a su rápida expansión por Gran Bretaña, llegando incluso a la nobleza. Se dice que el rey Enrique VIII disfrutaba de este juego, incluso utilizando un juego de dardos especialmente elaborado como regalo de su segunda esposa, Ana Bolena.

Si el rey jugaba, es probable que otros nobles también lo hicieran. Curiosamente, se dice que la nobleza prefería dardos más pequeños que los utilizados por los plebeyos y los soldados.

Durante el siglo XIX, el juego de los dardos se diversificó y popularizó, pero carecía de reglas estandarizadas. Existían múltiples sistemas de puntuación y variaciones locales. Sin embargo, fue en este siglo cuando el juego comenzó a ganar un impulso significativo.

Con esta creciente popularidad, surgió la necesidad de un sistema de numeración unificado. Aunque existen diversas atribuciones, se considera que Brian Gamlin, un carpintero de Lancashire, fue quien en 1896 desarrolló el sistema numérico que conocemos hoy en día.

La introducción del sistema de numeración moderno fue un hito fundamental para el juego de los dardos, ya que facilitó la comparación de puntuaciones y fomentó la competición a nivel global. La disposición actual de los números alrededor de la diana, comenzando por la parte superior, es el resultado de esta innovación.

20-1-18-4-13-6-10-15-2-17-3-19-7-16-8-11-14-9-12-5

Tablero de dardos estándar

Aunque la disposición numérica de la diana pueda parecer aleatoria, en realidad se trata de un orden cuidadosamente diseñado que confiere al juego una profundidad estratégica y reduce significativamente el factor suerte.

Detrás de esta aparente aleatoriedad se esconde una ingeniosa lógica: los números consecutivos, como el 20 y el 19, se encuentran lo más alejados posible entre sí. Esta disposición minimiza la probabilidad de obtener puntuaciones altas por casualidad, incentivando la precisión y la habilidad. Un lanzamiento impreciso, por ejemplo, que busca el 20, tiene una alta probabilidad de impactar en el 1 o el 5, penalizando errores.

En resumen, la distribución de los números en la diana de dardos no es arbitraria, sino que está pensada para fomentar la competencia justa y premiar la habilidad del jugador.

Dardos en el siglo XX

El siglo XX recibió al juego de los dardos con cierta polémica. En 1908, un hecho histórico marcó un antes y un después para este deporte. El dueño de un pub en Leeds fue llevado a juicio por permitir que sus clientes jugaran a los dardos en su establecimiento.

La acusación principal era que los dardos eran considerados un juego de azar, lo cual era ilegal en aquella época. Para defender su caso, el dueño del pub presentó a William “Bigfoot” Annakin, un reconocido jugador de dardos de la ciudad. Ante varios magistrados, Annakin demostró su habilidad al clavar tres dardos consecutivamente en el segmento 20 de la diana.

Cuando se le pidió al secretario judicial que repitiera la hazaña, solo logró clavar un dardo. La evidente diferencia en habilidad entre ambos jugadores fue suficiente para convencer al tribunal de que los dardos eran un juego de habilidad y no de azar. Así, se sentó un precedente legal que permitió que el juego de los dardos se desarrollara libremente.

Club de dardos Esperanza y Ancla

La popularidad del juego de los dardos creció exponencialmente durante las primeras décadas del siglo XX, extendiéndose rápidamente por Inglaterra y Gales. Para jugar, solo se necesitaban unos dardos y una diana.

Los primeros campeonatos organizados surgieron en la década de 1920, y en 1924 se fundó la Asociación Nacional de Dardos. Para 1939, el Campeonato del Mundo ya contaba con casi trescientos mil participantes.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los dardos experimentaron un nuevo auge, ya que las tropas lo adoptaron como un pasatiempo, replicando así sus orígenes medievales. Las fuerzas armadas británicas incluyeron los dardos en sus paquetes de equipo deportivo, permitiendo a los soldados jugar en cualquier momento y lugar.

Fue durante este conflicto que los soldados estadounidenses descubrieron y adoptaron el juego, introduciéndolo en su país.

Entre las décadas de 1950 y 1960, la participación en ligas organizadas de dardos en Gran Bretaña aumentó significativamente. La Asociación Nacional de Dardos, fundada en 1954, jugó un papel clave en la creación y gestión de estas ligas a nivel local y nacional.

Aunque el juego de los dardos apareció por primera vez en televisión en 1936, fue en 1972 cuando el Campeonato Individual de Dardos del News of the World alcanzó una amplia audiencia al ser transmitido por la Independent Television Authority.

Para los años 80, los dardos contaban con superestrellas como Lees, Wilson y Lazarenko, cuyas hazañas deportivas los convirtieron en figuras reconocidas a nivel nacional.

Dardos modernos

Persona jugando a los dardos

La primera gran división dentro del mundo de los dardos se produjo en 1992. Un grupo de jugadores de alto nivel, descontentos con la gestión de los campeonatos nacionales por parte de la Organización Británica de Dardos, decidió separarse.

Esta escisión dio origen al Consejo Mundial de Dardos, también conocido como la Corporación Profesional de Dardos.

Ambas organizaciones, la Organización Británica de Dardos y el Consejo Mundial de Dardos, han trabajado arduamente para consolidar al juego de los dardos como un deporte profesional. Cada año, organizan competiciones de alto nivel, incluyendo sus propios Campeonatos del Mundo.

En la actualidad, los dardos gozan de una popularidad sin precedentes. Los torneos más importantes se transmiten en vivo a nivel mundial y cuentan con el patrocinio de grandes marcas que invierten millones de dólares.

¿Qué dardos utilizan los profesionales?

La Organización Británica de Dardos agrupa a 70 países y millones de personas disfrutan de este deporte a diario. Incluso se ha planteado la posibilidad de que los dardos se conviertan en un deporte olímpico. Sin duda, este juego ha evolucionado enormemente desde sus orígenes medievales.